¿Por qué escribir un libro?
Una de las razones principales por las que cualquier escritor quiere comenzar a escribir un libro es porque desea compartir algún conocimiento, idea, historia o filosofía con el mundo.
No obstante, la mayoría de los escritores se enfrentan a una gran maraña en su cabeza que no los deja avanzar más allá de una página totalmente en blanco. Necesitan un empujón, una guía, o un conjuro que los haga tener una pluma -o un cursor para los amantes digitales-, que deslice por sí sola la palabra.
Las herramientas y consejos sobre cómo aprender a escribir un libro son innumerables y pueden variar según la temática del libro, la mentalidad del escritor y las necesidades generales. Sin embargo, independientemente de que se trate de ficción, cocina o marketing, todos necesitan lo mismo: un orden.
Decía Pitágoras:
“Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien”.
Así que, ¡manos a la obra!
Como empezar a escribir un libro / Consejos para empezar a escribir un libro
El orden es el comienzo: dale un empujón a ese gran enredo que tienes en la cabeza:
¿Te han dicho alguna vez que para comenzar a trabajar o a estudiar debes organizar tu espacio? Imagínate ahora que ese espacio no es tu oficina o tu cuarto, sino tu cabeza. Es aquí el punto de partida para sacar adelante las páginas de ese libro con el que tanto sueñas.
Aunque existen infinitas posibilidades para darle rienda suelta a las ideas, aquí te enseñaremos lo que nos ha funcionado y hemos comprobado con la publicación de diferentes autores.
Pero antes, debes entender que la voluntad de escribir es grandiosa, pero que, a pesar de ser el motor principal de la escritura, es simplemente insuficiente. Así que, si de verdad quieres ese libro, debes esforzarte más allá de tu simple motivación.
Crea una estructura
Pasa de la espontaneidad de las ideas y crea un contenido.
Primer paso: los post-it, tus aliados.
Para desenredar las ideas hay que darles estructura, esto se hace a través de la elaboración de un contenido.
Para eso, lo primero que haremos es elaborar un mapa mental. Nuestra recomendación es que lo hagas en físico, puedes ayudarte con post-it y un tablero, pero si lo digital es lo tuyo, bienvenido sea.
En este paso, lo que debes hacer es escribir cada una de tus ideas, sin pensar en si se relacionan o no, enfócate en pensar:
¿Qué quiero contar?
¿Qué busco transmitir?
¿Quiero enseñar algo?
¿Cuáles son mis temáticas?
Segundo paso: relacionando ideas
Reúne todas esas ideas e intenta agrupar las que sientas que se relacionen unas con otras. En este proceso probablemente eliminarás algunas y agregarás otras. ¡Está superbién, te vas acercando a estructurar ese libro!
Tercer paso: los niveles del contenido.
Vuelve al día siguiente o un par de días después de haber hecho el segundo paso y recuerda que todo tiene un orden.
Vas a tomar cada grupo de ideas y vas a organizar todo en temas y subtemas o en dos niveles. Dándole una jerarquía a tu contenido, también teniendo en cuenta el orden de aparición de cada una: ¿qué debo decir primero, ¿qué de segundo, ¿qué de tercero, etc.…?
Probablemente en este paso también nazcan más ideas, pero ya sabrás dónde van a ir posicionadas según las temáticas y subtemáticas de tu libro.
Cuarto paso: ¿a dónde se dirige cada tema y subtema?
Tu contenido ya está tomando forma. Ahora vas a fijarte en cada uno de estos temas y subtemas y te vas a preguntar:
¿Cuál es el objetivo o propósito principal de este tema o subtema?
¿A qué problemática, pregunta o situación responde?
¿Quién o qué aparece y qué es lo que hace?
¿En qué idea finalizará y cómo se conectará con el siguiente y restos de los temas?
Una vez entiendas a dónde van cada uno de esos temas y subtemas, vislumbrarás un final para cada uno. Por lo que cuando te encuentres escribiendo (o reescribiendo) cada uno de ellos, sabrás muy bien en qué momento parar y seguir desarrollando lo que sigue.
Quinto paso: Conversión de los temas y subtemas en capítulos
Las ideas que se convirtieron en temas y subtemas son esos esbozos generales de tu libro y cuentas además con la estructuración sobre cómo desplegar cada una de esas temáticas.
Ahora, convertirás todo eso en un contenido. Elije cada temática y subtemática y reunelas para elaborar tu primer, segundo, tercer y así sucesivamente, capítulo.
Claro que en medio de esta estructuración pueden nacer más temas o intervenir otras ideas. También, puede que en esa elaboración no pongas por escrito otros “pequeños temas” o “tramas” a desarrollar. Eso no es necesario que quede especificado.
Sexto paso: un orden de contenido diferente al habitual.
Este paso podría ser el más difícil si decides llevar un orden diferente al cronológico. Si hacerlo cronológicamente es lo que deseas, el anterior paso sería el último para ti.
Si no es el caso, sigue adelante.
Si buscas darle una lectura diferente a la cronológica a tu libro, ahora debes preguntarte:
¿Cuál es el propósito de hacerlo?
¿Vale la pena?
¿Sí generará la expectativa que quiero?
Si tu respuesta es un sí contundente, sigamos.
En este punto es importante que revises cada uno de los niveles o capítulos y subcapítulos desarrolladas en el contenido que armamos en los pasos anteriores y empieces a hilar.
Si utilizaste un tablero y pos-it, podrías ayudarte de unas tachuelas e hilo para e ir formando nuevas relaciones. Se parecerá un tablero de una investigación policial.
Cuestiónate:
¿Es posible ir y volver entre temáticas?
¿Es posible iniciar por el último capítulo y terminar con el primero?
¿Sería más impactante elaborar un orden diferente al convencional o podría generar confusión?
¿Quiero ir de lo específico a lo general o del futuro al pasado?
¿Tengo referencias sobre este formato anacrónico o entrelazado?
Cuanto tengas estas nuevas relaciones, no desarmes lo que tengas. Elabora un nuevo tablero al lado del que ya tienes y crea el nuevo orden de contenido según el resultado que tuviste al entrelazar los temas y subtemas.
Probablemente este paso te tome más tiempo de análisis. Si es verdaderamente lo que quieres lograr y sientes que tiene una salida interesante con este formato, ¡sigamos con toda!
Sexto paso: encontrándole sentido a la nueva estructura.
¡Tenemos nuevo contenido! ¿Ahora qué sigue? Vamos a encontrarle sentido.
De alguna forma u otra los capítulos se deben complementar, uno debe llevar al otro. No importa si empezamos por el final o por la mitad de la historia, como te dijimos hace un rato: todo tiene un orden, aunque no sea el habitual o conocido.
El objetivo principal que tienes con tu libro es comunicar bien tu idea, independientemente de la manera en cómo decidas hacerlo. Así que, aunque hayas elegido este camino, un poco más complejo, igualmente, debes buscar que sí o sí el libro lo entiendan tus lectores.
Para ello, hay que ir unos pasitos más atrás. Luego de encontrarle esta nueva forma o estructura de contenido, volverás a cada uno de estos puntos y responderás en cada uno:
¿Cuál es el objetivo o propósito principal de este tema o subtema?
¿A qué problemática, pregunta o situación responde?
¿Quién o qué aparece y qué hace?
¿En qué idea finalizará y cómo se conectará con el siguiente y el resto de los capítulos?
Séptimo paso: resumiendo mi contenido en palabras clave
Una vez hayas logrado obtener estas respuestas en cada uno de los temas y subtemas, para organizar tu escritura, harás un resumen de lo que lleva cada uno y su desarrollo en palabras clave. Es importante que quepa todo en máximo una hoja para que puedas a simple vista ir conectando todo a medida que escribes.
Crea el índice de tu libro
Cuanto ya hayas logrado aterrizar tus ideas, proporcionarles un objetivo y relacionarlo con palabras clave, es momento de que crees tu índice en limpio. ¡Ya todo el trabajo está hecho! solamente es organizar cada uno de tus títulos y subtítulos y tener mucho más clara su estructura.
Luego, desarrolla el índice de tu libro siguiendo las siguientes recomendaciones:
1. La trama como ingrediente principal
Cada parte de tu libro debe contar algo importante o interesante. No importa sobre qué tema sea tu libro, si quieres conectar con tu nicho, cada capítulo debe tener un propósito definido y en el que suceda algo con sentido, de impacto o valor. De esta manera, así también te será mucho más fácil delimitar cada capítulo. Te recomendamos, además, que todos tengan un punto de partida llamativo.
Para darte un ejemplo:
Capítulo 1. Presentación del personaje principal, su estado psicológico y el ambiente dónde vive.
1.1. Presentación de la madre y el padre.
1.2. Presentación del hermano.
1.3. La infancia y llegada de su primera mascota.
Capítulo 2. El personaje es acechado por un desconocido y el personaje se siente desesperado.
Capítulo 3. Nos damos cuenta que nunca sucedió el acecho y el personaje se empieza a preguntar si está perdiendo la cordura.
Capítulo 4. (…)
Otro ejemplo:
Capítulo 1. Presentación de la temática general: “las pinturas rupestres”
1.1. Orígenes de la pintura rupestre.
1.2. Hablar del hombre primitivo como un artista nato.
1.3. Contar sobre los materiales y estilos según la ubicación geográfica.
1.4. (…)
Capítulo 2. La filosofía del hombre prehistórico a través de la pintura rupestre.
2.1: Hablar de los pensamientos y creencias de la Europa prehistórica a través de cinco ejemplos de pinturas y cómo esto puede definir la psicología del hombre primitivo.
2.2: La cotidianidad del hombre primitivo evidenciada en las pinturas y su afectación en la modernidad.
2.3: (…)
Capítulo 3: (…)
La idea es que en este momento te sientes a pensar no solo en la temática del capítulo, sino en qué va a contar cada uno en materia de cuál es la “trama”, suceso envolvente, o esa nueva información o detalle importante. Este mismo tratamiento se da con los subcapítulos, que vendrían a ser las “subtramas” de la historia. Acogiendo esta estrategia, te será mucho más fácil desarrollar y cerrar cada capítulo y subcapítulo.
2. Crea un pequeño “cliffhanger” en el final de cada capítulo.
El cliffhanger es ese recurso narrativo que se utiliza para generar una gran tensión que luego se ve interrumpida y hace que los espectadores queden con ganas de saber más.
Es imprudente utilizar esta herramienta buscando dar énfasis en “dejar sin aliento” todo el tiempo al lector, pero se puede utilizar en diferentes intensidades o niveles para generar ese sentimiento de curiosidad, expectativa y revelación.
Con la estructura de tu contenido y la trama de cada punto definidos, puedes sentarte a determinar en qué capítulos dejarás una gran duda y en cuáles será un final un poco más sutil o tranquilo.
Recuerda que todo libro puede hacer uso de este recurso independiente de su temática, probemos, por ejemplo, con uno de cocina:
“…Tenemos todos los ingredientes listos para este “plato de reyes”, ¿mezclarlos será tan sencillo como echarlos todos juntos a un bowl?
Ahora, con uno de finanzas:
“…Ahorrar, pareciera, hasta el momento, ser un objetivo alcanzable”
Y cómo no, vamos con un par de ficción. En el primer caso, con un cliffhanger intenso y el segundo, más sutil.
“…Escuchó el golpe de la puerta, sería imposible imaginar lo que habría detrás”.
“…Y el teléfono sonó a la hora esperada”.
Si optas por usar este recurso en todos los capítulos, procura que sea de intensidad alta en unos pocos y más sutil o intensidad baja en la mayoría. No obstante, está en tus manos y según tu gusto, ¡hazlo de la forma en la que sientas que resuena contigo y cómo se ajusta a tu libro!
3. La extensión de cada capítulo
Esta es una duda bastante popular entre los autores. Más importante que su extensión, es que cumpla el objetivo que tenía. Nuestra recomendación es que estén balanceados, sin embargo, pensemos por ejemplo en Rayuela de Julio Cortázar, tiene capítulos de más de quince páginas y otros de sólo una página.
Pero tú preocúpate en especial por transmitir y expresar lo que realmente querías y tenías en mente para ese capítulo. Por ejemplo, si quieres que la persona tenga una lectura ligera, haz capítulos cortos. Si quieres expresarte dando detalles, probablemente salgan más largos. ¡En los libros todo se vale!
Otra forma de detectar cuál debería ser su extensión es preguntándote: ¿qué necesidades necesito suplir con este libro? Si tu libro busca ser de lectura ágil, entonces lo más probable es que si te extiendes de más, no cumplirá ese objetivo. O si tu libro busca entrar en detalles minuciosos, entonces escribir solo un par de páginas tampoco servirá.
4. La lectura como tu arma de gran poder
Si, es el consejo más obvio, pero a la vez más importante. Sin ser lectores no se nos puede ocurrir ser escritores. Sin embargo, no leas por leer, hazlo con atención, crítica y detalle.:
- Fíjate en como otros autores despliegan su trama e ideas.
- Cómo estructuran su historia y contenido.
- Lee libros relacionados a tu género.
- También los que no están relacionados (podría salir una mezcla interesante con tu libro).
Tener referentes es importante para avanzar. Aprovecha los millones de libros que existen para entender cómo puedes organizar el tuyo. Agarra lo que te guste, lo que te capte la atención y que, además, por supuesto, se ajuste a tu libro.
4. Las redes sociales
¡Las redes no solo tienen que ser para ocio!
Aprender sobre libros, sus diferentes géneros, autores y cómo se estructuran, actualmente no sólo se logra leyendo libros (aunque sí, es un paso que no puedes saltarte y más si quieres ser escritor). No obstante, si sabes cómo utilizar las redes a tu favor, puedes aprovechar todo ese contenido alrededor de libros para lograr hacer el tuyo.
Utiliza el buscador de Instagram y Tik Tok colocando hashtags como #libros #books #librosdemisterio #librosdemarketing #escribirlibros #haceruncontenido, entre otros. Pon palabras clave sobre lo que necesitas y así encontrarás esa información que te interese y te aporte.
Lee y edita tu libro
Como escritor, tú eres tu primer editor, es importantísimo releer una y otra vez tu escrito. Lo recomendable es que dejes descansar tu texto mínimo uno o dos días antes de hacer esta revisión. Lo mejor en esta etapa es que alguien ajeno a tu historia lo corrija por ti, puedes contratar un servicio de edición y corrección de estilo para que un profesional en el campo te guíe mejor en este proceso.
Publica tu libro en Amazon, puedes ayudarte con esta guía.
Palabras finales
No desesperes, parecerá mucha información, pero no te dejes vencer por esto. En el camino lograrás ir organizando todo en un paso a paso. Recuerda que escribir un libro es tu legado para el mundo, es una manera de conectar con tus intereses, de posicionarte, aprender de ti y de otros, y muchas personas estarán contentas de descubrirte como un nuevo escritor o escritora.
¡Sigue en la aventura!
En conclusión, debes aprender a ver la escritura como un oficio que requiere de tiempo, orden y disciplina. Es importante tener las ideas, las ganas de escribir, pero a la hora de enfrentarnos a hacerlo, nos encontramos con que se requiere mucho que más de esa motivación
Contar con un plan metódico es un proceso que toma mucho tiempo, pero si eres de los que no sabe por dónde empezar, te aseguramos que esta estrategia te hará fluir mucho más fácil al momento de empezar a darle forma a tus ideas y ponerlas en palabras.
¡Vale la pena este proceso de preescritura!
Y sí, claro que puedes sentarte a escribir y escribir y escribir sin parar, ¡qué maravilla! Si eres de los que tiene este don, ¡adelante!, pero en algún momento deberás volver a todo ese material que tienes escrito y encontrarle un orden. Por eso, ¡esta guía también es para ti!, que, aunque si supiste por dónde empezar, aún debes darle una estructura a ese montón de palabras que tienes plasmadas.
Si ya tienes todo este contenido en orden, te invitamos a leer también “Recomendaciones para desarrollar el contenido de tu libro” y “¿cómo escribir la mejor sinopsis para mi libro? para que logres desplegar todas esas ideas y comenzar a impactar el mundo con ese libro que tanto sueñas.
¡Nos vemos!
